7º encuentro de la OMEP: 2ª jornada
"Abriendo puertas: una propuesta musical para el Nivel Inicial"
Durante
el 7º encuentro de la OMEP, hubo un espacio en el que había que elegir en qué “laboratorio”
anotarse. Junto con mis compañeras, asistimos a “Abriendo puertas: una propuesta musical para el Nivel Inicial”,
el cual fue brindado por un grupo de profesores de música de Escuelas de CABA (Cecilia
Landau, Ivana López, Eduardo Argüelles, Edgardo Lalima, Rocío Fernández, Ariel
Aldao, Mónica Pini, Paula Landro, Maria Victoria de Benedetto, Andrea Valeria
Páez). El mismo estaba dirigido y coordinado por Judith Akoschky.
Mientras
estábamos sentadas esperando que comenzara el taller, pasaron unas imágenes con
una música de fondo, y en un momento los docentes encargados del laboratorio
hicieron una presentación actuada, en la que iban subiendo al escenario, se
sentaban en una silla, se paraban para saludarse y cambiaban sus lugares.
Seguido a esto Judith los presentó mencionando a cada uno de ellos, y contando
cómo había surgido el grupo y como trabajaban.
Luego
uno de los maestros de música explicó que la percepción está presente en el
trabajo que hacen, y a través de ella el niño aprende del entorno, y contó que
durante el tiempo que estuvieran allí iban a trabajar con cinco bloques
diferentes:
- 1º
bloque: “Instrumentación”.
- 2º
bloque: “Movimiento”.
- 3º
bloque: “Palabra hablada. Sonorización”.
- 4º
bloque: “Apreciación”.
- 5º
bloque: “Canto”.
Para
comenzar a trabajar con el bloque de instrumentación, nos mostraron un video en
el que una docente aparece haciendo movimientos con una tela, y después unos
niños tocan instrumentos (aros, chinchines, papel celofán, panderetas) al ritmo
de una canción, mientras otra docente los dirige. Luego cantan una canción y
los chicos acompañan con matracas, trombones de plástico, silbatos, toc-tocs, guantes
con lija, etc.
Cuando
el video terminó, escuchamos un solo de flauta y los docentes nos dividieron en
tres grupos (determinados por cómo estábamos sentados). Uno de ellos, tenía que
golpear sus piernas con las palmas de las manos; otro tenía que golpear sus
pines de la OMEP con una lapicera; y el otro tenía que hacer sonido con sus llaves,
o con un triángulo provisto por el grupo de profesores. Cada grupo tenía una
parte de la canción en la cual intervenía haciendo su sonido. Así, instrumentábamos
toda la canción del solo de flauta, respetando los tiempos y ritmos
establecidos (los cuales a veces se superponían).
Para
el segundo bloque, de movimiento, también vimos un pequeño video (que
continuaba a la parte anterior) en el cual un grupo de niños se mueve por el espacio,
y cuando otro grupo hace sonidos con diversos instrumentos se quedan quietos.
Entra otro grupo y alternan los sonidos y los movimientos. Luego otro grupo
ingresa haciendo movimientos con cintas (haciéndolos coincidir con el ritmo de
la música) y forman una ronda, rodeando a algunos niños.
Al
finalizar el video, nos explicaron que la música y el movimiento son
capacidades naturales, y que la escucha es una actividad perceptiva. Las
actividades del video eran de audición activa, y los niños habían definido, en
los diferentes grupos, ser caminadores, saltarines y patinadores.
Luego,
hicimos una actividad todos los que estábamos presentes en ese laboratorio,
para la cual tuvimos que agruparnos de a 10 personas, numerarnos y formar una
ronda. Una vez ubicados, y al sonar una canción sólo instrumental, quien fuera
el número 1 debía hacer un movimiento bailado, el cual el resto luego debía imitar
(y así hasta llegar al número 10). Fue un juego de imitación diferida.
Para
el bloque de la palabra hablada, de la sonorización, primeramente nos
presentaron unos instrumentos realizados por ellos: unos aleteros y zumbadores
que aparecían en un video, donde dos maestros hacían la mímica y el acting de
querer atrapar a un mosquito. Mientras, los nenes del video tocaban los instrumentos
mencionados a la vez que otro grupo cantaba. Ambas cosas se superponían.
Al
finalizar, quienes estábamos de espectadores nos dividimos nuevamente, en dos
grupos; cada grupo tenia que cantar una parte de la siguiente canción,
alternando entre uno y otro:
“Muele molinillo de café;
muele los
granitos para usted;
gira con las
manos, gira con los pies;
da la
media vuelta y empieza otra vez”.
La
misma canción la cantamos varias veces, cambiando el ritmo, el tono de voz y la
intensidad. Por último todos cantamos la canción entera y los docentes hacían de
coro.
Para
comenzar a trabajar con el bloque de apreciación, un maestro utilizó una
marioneta de una rana, a la cual hacía “bailar” al compás de la música,
haciendo sonar unas chapitas que tenía en los pies (la marioneta). Luego nos
mostraron un video en el cual un grupo de niños tocaba unas tapitas de plástico
(haciéndolas chocar entre sí), otro grupo tocaba panderos y cascabeles, y otro
grupo realizaba palmas, realizaba movimientos con porras; todos al ritmo de la música.
Los
docentes nos contaron que para realizar esa actividad, primero habían observado
al títere y apreciado los golpes que realizaba al “bailar” porque a partir de
ese recurso va incorporando el ritmo. Además, para esta actividad los niños tenían
que mantener su atención para saber en qué momento era su turno de tocar los
instrumentos; estaba implicado tanto el hacer como el observar.
La
actividad correspondiente a este bloque, fue dividirnos nuevamente en grupos;
uno de ellos tuvo que tomar unas porras rojas, otro amarillas, y otro unos
chapitas. Después, mediante una canción y un profesor que nos dirigía, cada
grupo tenía que mover o hacer sonar sus materiales dependiendo de la parte de
la canción que se escuchaba.
Para
trabajar el último bloque, referido a la canto, vimos un video en el que los docentes cantaban junto
con los chicos la canción “Barrilete de colores”, la cual luego cantamos en el
encuentro (un docente tocaba la guitarra y la letra de la canción estaba puesta
en una pantalla grande).
Letra
de la canción “Barrilete de colores”, de Maria Elena Walsh:
Barrilete de colores
Que se mece que se ofrece
Que se escapa con el viento
Y que está en cada momento.
Suspendido como ola
En el aire con su cola
Y que gira, viene y va
Me saluda a mi al pasar
Vuela, vuela barrilete de colores
Se la vida, se la música y amores
Regalame un poquitito de aire fresco
Y que siembre en mi alma luz y flores.
Para volar un barrilete
Que gira y gira
Barrilete de colores.
Que se mece que se ofrece
Que se escapa con el viento
Y que está en cada momento.
Suspendido como ola
En el aire con su cola
Y que gira, viene y va
Me saluda a mi al pasar
Vuela, vuela barrilete de colores
Se la vida, se la música y amores
Regalame un poquitito de aire fresco
Y que siembre en mi alma luz y flores.
Para volar un barrilete
Que gira y gira
Barrilete de colores.
Al
finalizar la canción, los docentes agradecieron por la experiencia, ya que
notaron el disfrute, emoción, aprendizaje y comunicación que se generó durante
el encuentro.
Por
mi parte, me gustó mucho el laboratorio, ya que fue combinando teoría y práctica.
Considero que la experiencia fue muy divertida y enriquecedora, y el clima que se generó fue muy alegre y participativo.
Considero que la experiencia fue muy divertida y enriquecedora, y el clima que se generó fue muy alegre y participativo.
Ojalá
pueda seguir participando de charlas como esta, y todos tengan la posibilidad
de hacerlo…
Bárbara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario