jueves, 15 de mayo de 2014

"Abriendo puertas: una propuesta musical para el Nivel Inicial"

7º encuentro de la OMEP: 2ª jornada

"Abriendo puertas: una propuesta musical para el Nivel Inicial"

 
Durante el 7º encuentro de la OMEP, hubo un espacio en el que había que elegir en qué “laboratorio” anotarse. Junto con mis compañeras, asistimos a “Abriendo puertas: una propuesta musical para el Nivel Inicial”, el cual fue brindado por un grupo de profesores de música de Escuelas de CABA (Cecilia Landau, Ivana López, Eduardo Argüelles, Edgardo Lalima, Rocío Fernández, Ariel Aldao, Mónica Pini, Paula Landro, Maria Victoria de Benedetto, Andrea Valeria Páez). El mismo estaba dirigido y coordinado por Judith Akoschky.
Mientras estábamos sentadas esperando que comenzara el taller, pasaron unas imágenes con una música de fondo, y en un momento los docentes encargados del laboratorio hicieron una presentación actuada, en la que iban subiendo al escenario, se sentaban en una silla, se paraban para saludarse y cambiaban sus lugares. Seguido a esto Judith los presentó mencionando a cada uno de ellos, y contando cómo había surgido el grupo y como trabajaban.
Luego uno de los maestros de música explicó que la percepción está presente en el trabajo que hacen, y a través de ella el niño aprende del entorno, y contó que durante el tiempo que estuvieran allí iban a trabajar con cinco bloques diferentes: 
             - 1º bloque: “Instrumentación”.
             - 2º bloque: “Movimiento”.
             - 3º bloque: “Palabra hablada. Sonorización”.
             - 4º bloque: “Apreciación”.
             - 5º bloque: “Canto”.
Para comenzar a trabajar con el bloque de instrumentación, nos mostraron un video en el que una docente aparece haciendo movimientos con una tela, y después unos niños tocan instrumentos (aros, chinchines, papel celofán, panderetas) al ritmo de una canción, mientras otra docente los dirige. Luego cantan una canción y los chicos acompañan con matracas, trombones de plástico, silbatos, toc-tocs, guantes con lija, etc.
Cuando el video terminó, escuchamos un solo de flauta y los docentes nos dividieron en tres grupos (determinados por cómo estábamos sentados). Uno de ellos, tenía que golpear sus piernas con las palmas de las manos; otro tenía que golpear sus pines de la OMEP con una lapicera; y el otro tenía que hacer sonido con sus llaves, o con un triángulo provisto por el grupo de profesores. Cada grupo tenía una parte de la canción en la cual intervenía haciendo su sonido. Así, instrumentábamos toda la canción del solo de flauta, respetando los tiempos y ritmos establecidos (los cuales a veces se superponían).
Para el segundo bloque, de movimiento, también vimos un pequeño video (que continuaba a la parte anterior) en el cual un grupo de niños se mueve por el espacio, y cuando otro grupo hace sonidos con diversos instrumentos se quedan quietos. Entra otro grupo y alternan los sonidos y los movimientos. Luego otro grupo ingresa haciendo movimientos con cintas (haciéndolos coincidir con el ritmo de la música) y forman una ronda, rodeando a algunos niños.
Al finalizar el video, nos explicaron que la música y el movimiento son capacidades naturales, y que la escucha es una actividad perceptiva. Las actividades del video eran de audición activa, y los niños habían definido, en los diferentes grupos, ser caminadores, saltarines y patinadores.
Luego, hicimos una actividad todos los que estábamos presentes en ese laboratorio, para la cual tuvimos que agruparnos de a 10 personas, numerarnos y formar una ronda. Una vez ubicados, y al sonar una canción sólo instrumental, quien fuera el número 1 debía hacer un movimiento bailado, el cual el resto luego debía imitar (y así hasta llegar al número 10). Fue un juego de imitación diferida.
Para el bloque de la palabra hablada, de la sonorización, primeramente nos presentaron unos instrumentos realizados por ellos: unos aleteros y zumbadores que aparecían en un video, donde dos maestros hacían la mímica y el acting de querer atrapar a un mosquito. Mientras, los nenes del video tocaban los instrumentos mencionados a la vez que otro grupo cantaba. Ambas cosas se superponían.
Al finalizar, quienes estábamos de espectadores nos dividimos nuevamente, en dos grupos; cada grupo tenia que cantar una parte de la siguiente canción, alternando entre uno y otro:

Muele molinillo de café;
muele los granitos para usted;
gira con las manos, gira con los pies;
da la media vuelta y empieza otra vez”.

La misma canción la cantamos varias veces, cambiando el ritmo, el tono de voz y la intensidad. Por último todos cantamos la canción entera y los docentes hacían de coro.

Para comenzar a trabajar con el bloque de apreciación, un maestro utilizó una marioneta de una rana, a la cual hacía “bailar” al compás de la música, haciendo sonar unas chapitas que tenía en los pies (la marioneta). Luego nos mostraron un video en el cual un grupo de niños tocaba unas tapitas de plástico (haciéndolas chocar entre sí), otro grupo tocaba panderos y cascabeles, y otro grupo realizaba palmas, realizaba movimientos con porras; todos al ritmo de la música.
Los docentes nos contaron que para realizar esa actividad, primero habían observado al títere y apreciado los golpes que realizaba al “bailar” porque a partir de ese recurso va incorporando el ritmo. Además, para esta actividad los niños tenían que mantener su atención para saber en qué momento era su turno de tocar los instrumentos; estaba implicado tanto el hacer como el observar.
La actividad correspondiente a este bloque, fue dividirnos nuevamente en grupos; uno de ellos tuvo que tomar unas porras rojas, otro amarillas, y otro unos chapitas. Después, mediante una canción y un profesor que nos dirigía, cada grupo tenía que mover o hacer sonar sus materiales dependiendo de la parte de la canción que se escuchaba.
Para trabajar el último bloque, referido a la canto, vimos un video en el que los docentes cantaban junto con los chicos la canción “Barrilete de colores”, la cual luego cantamos en el encuentro (un docente tocaba la guitarra y la letra de la canción estaba puesta en una pantalla grande).

Letra de la canción “Barrilete de colores”, de Maria Elena Walsh:

Barrilete de colores
Que se mece que se ofrece
Que se escapa con el viento
Y que está en cada momento.
Suspendido como ola
En el aire con su cola
Y que gira, viene y va
Me saluda a mi al pasar
Vuela, vuela barrilete de colores
Se la vida, se la música y amores
Regalame un poquitito de aire fresco
Y que siembre en mi alma luz y flores.
Para volar un barrilete
Que gira y gira
Barrilete de colores.

Al finalizar la canción, los docentes agradecieron por la experiencia, ya que notaron el disfrute, emoción, aprendizaje y comunicación que se generó durante el encuentro.

Por mi parte, me gustó mucho el laboratorio, ya que fue combinando teoría y práctica.
Considero que la experiencia fue muy divertida y enriquecedora, y el clima que se generó fue muy alegre y participativo.
Ojalá pueda seguir participando de charlas como esta, y todos tengan la posibilidad de hacerlo…

Bárbara.
 

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