En el marco de la Cátedra Nacional Abierta de Juego, organizada por la
Dirección de Educación Inicial del Ministerio de Educación de la Nación,
el 2 de Septiembre de 2012 se llevó a cabo la 6ta Videoconferencia "La
centralidad del juego como uno de los Pilares de la Didáctica de la
Educación Inicial", en la cual tuvo participación la profesora Rosa Violante.
Rosa Violante comienza su conferencia agradeciendo
por dejarla participar, y comentando sobre qué va a hablar. El tema central es
el juego: la problemática de su temática, su valor en el Nivel Inicial, y el
lugar que debe ocupar en la vida cotidiana de los Jardines, ya que “el juego
constituye uno de los pilares de la didáctica del Nivel”.
La profesora comenta que ella tomó aportes para reflexionar el lugar que debe ocupar el juego
en las propuestas de enseñanza para los niños menores de 6 años. Dice que a
ella le preocupa e interesa reflexionar, pensar y trabajar sobre la necesidad
de ofrecer propuestas de “buena enseñanza” y que ello implica considerar la
centralidad del juego cuando se piensa especialmente en los contenidos de
enseñanza y las formas de enseñar a los niños pequeños.
Seguido a esa pequeña introducción, Rosa
plantea una serie de interrogantes a responder a lo largo de la conferencia.
Luego, parte de la frase “Todo es juego y nada es juego”, tomada de
Assoumou Koffy, para decir que esta afirmación parece contradictoria, pero
expresa uno de los rasgos principales de las conductas lúdicas, que es la
automotivación.
Cuando los autores de los que toma aportes y ella
proponen diferenciar la actividad lúdica del conjunto
de “acciones” del pequeño, identifican cuatro rasgos característicos que se
presentan articulados entre sí y varían en cada juego particular:
a) La creación de contextos de significación
compartida (intersubjetividad): el juego supone la creación de un espacio
compartido entre maestra y pequeños y entre los niños entre sí. El “acuerdo”
que se da entre los jugadores permite determinar si una acción es o no juego.
Este acuerdo, que generalmente no es verbal, se realiza dentro de un marco que
les permite a los jugadores distinguir entre “realidad y ficción/fantasía”,
moverse en el terreno del “como sí”, aunque esto no lo hayan expresado
verbalmente.
b) La construcción de un marco de representación-ficción:
le da a las acciones que se realizan un sentido diferente al que estas mismas
acciones tendrían si fueran ejecutadas en otro marco. Se involucra así la
posibilidad de simular o aparentar que algo es lo que no es en un sentido
amplio.
c) La presencia de un formato: Bruner
plantea que los formatos son segmentos previsibles encadenados entre sí. El
formato presenta según él, dos tipos diferentes de estructuras, una profunda que le da significado al
juego y una superficial, que
consiste en un conjunto de reglas de realización.
d) La automotivación: para jugar el niño
tiene que querer hacerlo.
Luego, Violante hace un recorrido histórico sobre cómo aparece el juego en algunos
textos sobre la Didáctica de la Educación Inicial de autores argentinos, que va
desde los años 70 hasta la actualidad. Allí cuenta que cuando ella se formó
como maestra jardinera, no había dudas acerca de incluir un periodo de
juego-trabajo en cada jornada diaria, y juegos tradicionales, juegos con palabras, adivinanzas, retahílas, y
trabalenguas. Luego, a partir de una publicación de Hilda Cañeque, en los años
80 se generó una polémica debido a que consideraba que el Juego-Trabajo era una
actividad donde la direccionalidad externa ejercida a través de las propuestas,
materiales y consignas dadas por el docente lo despojaba de la libertad
característica de la actividad lúdica. A partir de esta crítica, dicha autora
propuso el “jugar por jugar”, centrando la actividad en el respeto por la
libertad del niño. A partir de allí, se puso en cuestión el lugar del juego
para enseñar contenidos definidos por la docente y la presencia de
direccionalidad externa ejercida en las situaciones de juego.
Llegados los 90, diversos autores
argumentaban a favor del matrimonio entre juego y enseñanza, con planteos
fuertes y claros a favor del derecho del niño de jugar y aprender contenidos. A
su vez, se escribieron y llegaron a todos los jardines del país los Contenidos
Básicos Comunes, los cuales explicitaban lo que había que enseñar en el Jardín
de Infantes; los contenidos, estaban organizados por áreas disciplinares,
especialmente en las salas de 5 años, las cuales comenzaron a tener un carácter
obligatorio. Allí, el Juego no aparecía como un contenido de alto valor
cultural a enseñar como aparece en la actualidad en los NAP (Núcleos de
Aprendizaje Prioritarios), por lo que se sufrió un proceso de “primarización”.
La profesora termina el recorrido
mencionando que actualmente el Juego Trabajo nuevamente volvió a ocupar un
horario diario en las salas.
Luego hace mención a polémicas suscitadas acerca de si el
juego debe constituirse en una oportunidad para enseñar y aprender en la
escuela infantil o si sólo deben habilitarse permisos y espacios de juego para
que estos estén presentes en la vida de los Jardines sin imprimir
direccionalidad externa, propia y característica de toda enseñanza. Así, se
produce una tensión entre juego y
enseñanza, pero Rosa considera que estos conceptos pueden
“matrimoniarse” en una relación de enriquecimiento mutuo y respeto recíproco
hacia lo propio de cada uno, y que hay distintos modos de explicar cómo se
vinculan, ya que ambos son ejes vertebradores de la propuesta educativa para el
Nivel Inicial. Además, hay diferentes modos de intervención docente cuando se
enseña a jugar, que se pueden construir de acuerdo a diferentes criterios:
a) Teniendo en cuenta las notas
características del juego y en función de éstas provocar su aparición o puesta
en escena.
b) Teniendo en cuenta los diferentes tipos
de conocimientos y saberes que comprometen los distintos juegos.
c) Teniendo en cuenta el mayor o menor
grado de direccionalidad externa que se propone en cada tipo de juego.
(Andamiar hacia la conquista de mayor autonomía junto con el reconocimiento de
los posibles buenos aprendizajes que promueven las actividades dirigidas).
Prosiguiendo con la conferencia, Rosa Violante hace
mención de diferentes formas de juego:
Juego
Dramático: está presente en todos los textos de
didáctica de la Educación Inicial desde los años 70 y en los precursores como
juegos de roles más dirigidos. Es una estructura didáctica que se
caracteriza por: proponer una alternativa de juego al grupo en su totalidad o a
un subgrupo como parte del juego en el rincón de dramatizaciones durante el
período de Juego Trabajo; centrarse en el juego de roles protagonizado (el
juego del “como si”); y proponer a los chicos la elección de diferentes roles,
materiales, escenarios, etc. Para este momento, el docente debe crear junto con
los niños el escenario, o bien armarlo anticipadamente, presentando diferentes
materiales en cantidad suficiente, con diferente grado de estructuración,
incentivar el inicio del juego y observar con atención los diferentes
desarrollos que surjan para así enriquecer las siguientes propuestas de juego.
Juegos
Tradicionales: buscan hacer presente su
inclusión en la cotidianeidad del jardín. Recuperar estos espacios implica
acceder a propuestas valiosas por sus formatos, por sus requisitos casi mínimos
de condiciones físicas para desarrollarse y también confirmar una vez más su
potencial lúdico y convocante, ya que ningún chico se resiste a participar. Los
juegos tradicionales permiten además, que los niños compartan momentos con sus
padres y abuelos. Mantienen viva la historia y cultura de los pueblos y se
caracterizan por tener un formato claro, sencillo, y convocante, que invita a
la repetición gustosa y alegre.
La recuperación de los juegos
tradicionales se plantea como un gran desafío docente.
Juegos grupales: Se
incluyen todos los juegos que para ser jugados necesitan saberes
vinculados con las diferentes áreas del conocimiento, y pueden proponerse al
grupo total, a un pequeño grupo, o bien ofrecer juegos que se jueguen
individualmente. Pueden incluirse como juegos a ser elegidos por los niños durante
el juego-trabajo, en el rincón de “Juegos Tranquilos”, donde se ofrecen según
las edades juegos para ensartar, rompecabezas, el “tangram”, loterías, dominós,
diversos juegos de mesa, etc.
Juegos de construcción: Constituyen
una de las propuestas de juego que, según la autora, durante algunos períodos
fueron olvidadas en las salas de jardín, y al mismo tiempo se las reconoce como
clásicas propuestas de materiales para niños de todas las edades.
Es fundamental que en todas las salas de
los Jardines de Infantes haya al menos un equipo de bloques de diversas formas
y tamaños para explorar y realizar construcciones.
Existen tres variables dentro del juego de
construcción: "qué construir" "con
qué construir" y "cómo construir", y las mismas pueden tener
diferente grado de direccionalidad externa por parte del docente, constituyendo
actividades dirigidas, semidirigidas o abiertas.
Juego
Trabajo: También se denomina Juego
en Rincones o en Sectores, y es una maravillosa propuesta didáctica,
característica de la Educación Inicial. Es una forma de organizar la enseñanza
que debería ocupar un espacio del tiempo diario en las salas del Nivel Inicial
y que, según la profesora Rosa Violante, se debe “reposicionar” en el centro de
las actividades a desarrollar en las salas.
El juego trabajo es una estructura
didáctica, un dispositivo que se caracteriza por la presentación de diferentes
propuestas de actividades y/o alternativas de juego a desarrollarse en forma
simultánea. En este sentido, su lógica organizativa básica es la “multitarea”.
Las alternativas a elegir (propuestas y materiales) se establecen en función de
contenidos de diferentes campos del conocimiento o de diferentes aspectos del
desarrollo que se busca potenciar. También pueden ser enriquecidas por propuestas
que comprometan los diferentes contenidos de las unidades didácticas y/o
proyectos que se estén desarrollando en las salas.
Este tipo de juego posee diferentes momentos: inicio
(donde se presentan los materiales y propuestas y los chicos deciden y organizan
en qué sector jugar), desarrollo (momento en que los niños juegan), orden (se
ordena y acomoda nuevamente la sala) y evaluación (se dialoga acerca de lo
ocurrido en el desarrollo).
Por último, Rosa Violante menciona que los pilares de la Didáctica de la Educación inicial ofrecen
orientaciones pedagógico-didácticas en relación con las diferentes variables
reconocidas en toda situación de enseñanza: tiempo, espacio, protagonismo de
los actores, contenidos, objetos y materiales, tamaño del grupo, etc., y por
ello los diversos autores se plantean reflexiones y modos de participación
docente en relación a los otros pilares, ya que todos contribuyen a
caracterizar o definir de uno u otro modo las situaciones de “buena enseñanza”
que se buscan proponer a los niños.
Personalmente, me pareció muy interesante la
videoconferencia vista. Sin bien en algunas de las materias trabajé temas
relacionados, los dichos de esta profesora dan un “pantallazo general”, y
refrescan esos contenidos. Considero que el juego es una actividad fundamental
del Nivel Inicial, y que a través de él se pueden lograr muchas cosas. Además,
me parece que se deben dar momentos de Juego libre, como de juegos guiados, que
lleven a la adquisición de diversos conocimientos.
Para finalizar la entrada de este blog, me gustaría
compartir la siguiente frase:
“El derecho al juego es
parte del derecho a recibir educación desde que lo niños nacen”.
Espero que este resumen de la
videoconferencia les transmita todo lo que me transmitió a mí, que les sea útil,
y tengan toda la información en cuenta. Saludos!!!
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